viernes, 26 de febrero de 2010

Otra jornada con igualdad

La dificultad por bandera. Igualitarismo fundado en la vieja idea de la Copa de Europa. Todos con sus armas y sin escalones abismales. Acabarán llegando los de siempre. Ganará uno de ellos. Este año, me atrevo a decir, sin sorpresas al final. Pero aún no se ha llegado.



Aún hay lugar a la duda, a la ilusión, al fútbol de los no tan grandes. Aún sorprende un equipo que dará que hablar, aunque ha explotado en un mal momento o, al menos, en un momento donde es difícil sumarse a la cúspide: el Girondins de Burdeos (0-1 en Atenas ante Olympiakos).

Este año las sorpresas se van a topar con un Chelsea y un Manchester United todopoderosos, un Barça sublime, un Madrid ultragaláctico, un Inter reforzado y un Bayern al alza. Un panorama nada idílico para aquellos con esperanzas de asomar la cabeza. Pero, insisto, aún es el momento.

El Stuttgart frenó al sublime (1-1) con las armas germánicas, cómo no: fuerza, garra, orgullo y determinación.

El CSKA Moscú se emparejó con otro posible tapado, el Sevilla (1-1), quedando todo abierto a la sorpresa en el Pizjuán.

Por último, el segundo gran choque de trenes entre lo que fue, Italia, y lo que es y seguramente seguirá siendo, Inglaterra: un Inter de Mourinho contra un Chelsea del ex-milanista Ancelotti. Salió vencedora la escuadra neroazurra gracias a la garra argentina, pero quedó todo abierto para las panteras londinenses en la vuelta, con un Drogba muerto de hambre de Champions. Alguien se la debe, no lo duden.

No defrauda, pues, esta Champions. La vuelta será un infierno para todos, pero tras ella se habrá acercado al olimpo la mitad de ellos.

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