Clase y arte; genio y figura; y cuando no, carácter indomable

En este caso ha sido todo lo primero. Ayer pasaron muchas cosas sobre las que se podría hablar hoy en primer plano. Pero sin duda su "regreso" al más alto nivel es lo que me empuja sin remedio a hablar de este pedazo de futbolista que lo mismo hace maravillas que se pelea con el mundo, que tiene un carácter muy difícil que muchas veces le hace ganarse el desprecio o el enfado de los demás, pero que, sin duda, es uno de los magos más originales y genuinos que jamás haya pisado el Bernabéu.

Vídeo del taconazo

El taconazo de ayer no fue un detalle más. Fue un guiño al aficionado, una reivindicación, un perdón expreso, una advertencia de que el que de verdad sabe lo que gusta en la casa blanca es el que se ha criado en ella, tal como ocurre en can barça con los canteranos más exitosos.

Este año hemos visto goles de Kaká, de Benzemá, de CR9... hemos visto jugadas preciosas y detalles geniales en ocasiones, pero mucho me temo que no hemos visto nada al nivel del taconazo de ayer. En mi humilde opinión, es un gol que pasará a la historia como uno de los mejores, porque el detalle de ese taconazo no lo había inventado nadie, a nadie se le habría ocurrido. Es más, me atrevería a decir que es una jugada de videojuego. Es posible que muchos hayan intentado, e incluso logrado, hacer esa jugada en un videojuego. Pero que esa jugada le venga a la cabeza a un jugador cuando se encuentra delante del portero, demuestra que es un futbolista diferente, único, mágico, a otro nivel. Requiere una sangre fría distinta.

Fue impresionante, inigualable. Guti fue el alma, el genio y figura, de este Real Madrid. Quizá por ello los aficionados le recriminen con razón que no sea capaz de hacer esto y punto, de no meterse en camisas de once varas y que su mal carácter en muchas ocasiones dilapide la que podría haber sido una de las más brillantes carreras en la historia del club.

En cualquier caso, como aficionados al fútbol, todos podemos disfrutar, aunque sea con cuentagotas, de los detalles de calidad de este genio, que, atendiendo al binomio clase-carácter, parece que se empeña en demostrarnos que es diferente, uno de los elegidos.