miércoles, 24 de marzo de 2010

El despertar de un elegido

No lo digo yo sólo. Lo dice Guardiola y lo dice medio mundo. El otro medio lo piensa pero, por diferentes razones, ya sea por prudencia, por envidia (los menos) o por incredulidad, no lo acaba de reconocer a voz en grito. Es la perogrullada del año: Messi parece, definitivamente, que puede ser el mesías del fútbol, el más grande.

En los últimos años hemos podido disfrutar de jugadores de altísimo nivel, algunos de los cuales hemos podido llegar a catalogar de astros del fútbol, incluso a alguno se le ha colgado la etiqueta de "entre los mejores de todos los tiempos". La mayoría de ellos tenía condiciones y clase para estar ahí, muchos de ellos además eran modélicos fuera del campo, han ganado títulos internacionales que les auparon al estrellato con todo merecimiento, pero ninguno de ellos aglutinaba tantas bondades individuales como atesora el pequeño Leo. Y ésta es mi humilde opinión, pero fundamentada, por supuesto, en datos o hechos que, sin poder llegar a ser objetivos, sí que pueden ser vistos casi con unanimidad. Para mí las claves son las siguientes:

1. Calidad individual, futbolística: el argentino es rápido con el balón y sin él, tiene desmarque y juego en corto, toca el balón con precisión tanto en los pases entre líneas como en los balones diagonales, cambia de ritmo a una velocidad pasmosa y hasta da la sensación de que anda en lugar de correr, haciéndolo además con estilo, tiene último pase, tiene llegada y gol, tiene remate lejano, temple para definir, para golpear con violencia, para colocar una falta en el fondo de las mallas o tranquilamente transformar un penalty, para rematar de cabeza anticipándose al defensa, que normalmente le saca 15 centímetros como mínimo, y, sobre todo, lleva siempre el balón pegado al pie y tiene regate para dejar sentado en medio palmo de terreno al defensa con la mejor cintura del mundo futbolístico. No tiene un pero en lo deportivo.

2. Calidad colectiva: es un futbolista de equipo, que si bien por sus características no se puede negar que realiza muchas jugadas individuales en las cuales da la sensación de que se basta para desarmar la defensa rival, siempre tiene un ojo puesto en los desmarques de los compañeros y rara vez no escoge la mejor opción, aunque evidentemente, en muchas ocasiones, la mejor opción sea terminar él la jugada, simplemente porque es el mejor y, teniendo él la opción, no la hay mejor. Conoce a la perfección el sistema en el que juega, a veces creado para él, y conoce muy bien a sus compañeros y lo que puede esperar de ellos, tanto para asistirles como para ver el mismo desmarque que ellos intuyen. Aunque se encuentre en un momento goleador, no deja de asistir a sus compañeros de forma clara en todos los partidos. No obstante, le falta ganar un mundial.

3. Espíritu y carácter: nunca se viene abajo, sabe echarse el equipo a la espalda en los peores momentos, lo que ha demostrado desde siempre, cuando con 18 años inclinó la balanza para su equipo en Stamford Bridge contra el Chelsea o arañó un empate en el Camp Nou ante el Real Madrid con un hat-trick. Pero no sólo en su fe y determinación se ve su espíritu. También en lo colectivo. Siempre está dispuesto a defender a sus compañeros, a dar la cara por ellos, siempre es humilde y nunca alza la voz a su favor, sino sólo a favor de los que le rodean y asisten en todos los partidos, a sus compañeros de vestuario. Y un último detalle de su carácter se pudo ver el domingo, recogido por las cámaras de Gol TV que nos lo mostraron ayer: cuando Messi recibe el penalty, queda exhausto tumbado en el suelo boca arriba. Cuando se incorpora, busca directamente, sin titubear, a su compañero Ibrahimovic, gafado totalmente en el partido y en los anteriores, y lo señala para indicarle que lanzará él el penalty. Estamos hablando de una actuación de 10, de un jugador que acaba de repetir una jugada de 10 en un mismo partido (la del segundo gol es igual de sensacional), que puede poner distancia en el duelo por el pichichi y por la bota de oro. Un jugador que, pese a todo ello, y en un momento de máximo cansancio (minuto 90 y después de semejante carrerón y caída), lo primero que pasa por su mente es la situación de un compañero. La imagen conmueve por lo espontáneo de la reacción del rosarino.

4. Responsabilidad e imagen: Leo no es un jugador estrella al uso. No se le conoce en la noche, ni en la fiesta. No se le conocen apenas sus affaires, porque no está en el foco de las cámaras y su vida privada es familiar y no da lugar al escándalo. Vive con su familia, que vino con él a España desde Argentina cuando el niño necesitaba un tratamiento de crecimiento para poder medir lo que mide, que sigue siendo más bien muy poco. Quizá por lo que le ha costado no pierde la cabeza y tiene los pies en el suelo, quizá también porque tener a la familia tan cerca siempre pendiente de él le ha facilitado tomar las decisiones correctas en su vida personal y, de momento, también en la profesional. Además, es un jugador que nunca da una mala imagen en el campo, que no ha protagonizado apenas jugadas de las que inevitablemente un jugador a veces se ve envuelto, como rifirrafes o trifulcas. Es tranquilo, tiene la sangre fría cuando recibe patadas casi siempre, y nunca hay nada que decir en su contra.



A este jugador le quedan muchos años por delante para demostrar si todas estas virtudes permanecen en él y en su carrera. No será fácil igualar este nivel a lo largo de las temporadas. Pero de momento, hace disfrutar a la gente, que le quiere, porque no es difícil coger afecto a alguien humilde que lucha cada día como el que más y que ahonda en el espíritu deportivo a la misma vez que, por su competitividad, aniquila en el campo con elegancia a los rivales que le salen al paso.

Éste es el jugador definitivo. Veremos si lo sigue siendo como hasta ahora.

2 comentarios:

  1. Grandísimo jugador. Le está dando muchas cosas al Barcleona.

    Un saludo.
    Nomina tu blog en los Premios "El rincón del balompié"

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  2. De acuerdo en todo, y yo sinceramente creo que Messi está llamado a ser el grande de todos los tiempos, pero como a los grandes poetas y dramaturgos, hasta que no han dejado su profesión no se les alaba hasta los mejores!
    Pienso que si logra algo grande con Argentina, Maradona pasará a la historia!

    Saludos desde
    http://alwaysfootballclub.blogspot.com/

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