viernes, 12 de marzo de 2010

Una lección táctica frente a la desazón

La otra cara de una noticia que es y será portada durante toda la semana en el panorama deportivo es su porqué más íntimo, la crítica constructiva o destructiva, según se mire, de la debacle más sonada de la temporada.

Mucho se ha escrito ya sobre ello, sobre los jugadores y sobre Pellegrini, centrando las críticas en éste, en Higuaín por su fallo, en Guti por desfallecer en la segunda parte... Lo cierto es que el equipo no funcionó tan distinto a otras veces en que salió victorioso. Lo que ocurre es que este equipo se mueve demasiado por empuje y alma, por arreones, y no por un patrón de juego que Pellegrini aún no ha conseguido implantar porque no ha tenido tiempo para ello y que sólo Xabi Alonso parece haber asumido con antelación a sus compañeros. Antes de la crítica, sólo diré que el Barça de Rijkaard necesitó hasta febrero o marzo para asumir el estilo que luego paseó por Europa triunfal y del que es heredero, con sus importantes matices, el actual equipo de Guardiola. Dicho esto, un equipo no se construye en seis meses.

En cuanto al punto débil del Real Madrid el miércoles, no fue sólo no estar conformado como equipo sino como suma de individualidades, puesto que a veces le ha funcionado con sólo esto. Es que se enfrentó a un sistema táctico ordenado (y modificado en tal sentido en el descanso) que anulaba el poder de sus estrellas hasta el punto de ahogarlas y abstraerlas del partido, y se enfrentaba a él sin la mayor de sus virtudes: el empuje o alma, el "otro fútbol".

El equipo de Puel plantó la batalla para que el gigante no despertara pronto y le maniató y sujetó conveniente y discretamente, sin que éste se diera casi cuenta, de manera que al despertar no fuera capaz de desplegar sus armas a tiempo. Y así fue.

Resultó tal el letargo en que estuvieron sumidos los blancos durante gran parte del partido que no hubo capacidad de reacción cuando despertaron. No quedaba fuerza para sacar ese alma necesaria para dar la vuelta a la eliminatoria. El equipo estuvo cómodo, demasiado cómodo con el 1-0 y no buscó el segundo a tiempo. Cuando le cayó el jarro de agua fría despertó de golpe y sobresaltado, se lanzó a ojos vendados no sabía dónde. No se dieron las circunstancias del partido ante el Sevilla, por ejemplo, cuando el equipo se fue enrabietando desde el minuto 5, estuvo en tensión y luchó durante todo el partido, hasta el final en que consiguió su objetivo. Las individualidades estuvieron, por definición, solas, y sin la chispa necesaria para entrar en ebullición. Mención aparte al desasistido CR9, que lo intentó en medio del desierto aunque sin éxito, nadie tuvo la mentalidad ganadora de otras veces.

Y, siendo ventajista y reconociéndolo por la obviedad, creo que lo que tumbó al Madrid no fue tanto el poco fútbol que pueda tener de conjunto, sino que no tuvo ese "otro fútbol" que sí tuvo ante el Sevilla y que hace florecer el talento de sus jugadores. No parecía que el equipo se estuviera jugando la vida, que es la mejor virtud de este Real Madrid y el orgullo de sus seguidores, como para los del Barça puede ser principalmente su estilo artístico de juego.

4 comentarios:

  1. las individualidades mataron al madrid, pero la mala fortuna hizo su parte, no te olvides que mas de una vez lo salvaron, buen informe amigo, me gusta tu blog, un saludo

    http://fobal2000.blogspot.com

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  2. Por supuesto, la suerte siempre juega y si el balón de Higuaín no da en el palo, hubiera sido otro partido.

    Un saludo.

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  3. El Madrid no utiliza las bandas, un gran fallo...

    Ya le hemos realizado la entrevista al delantero noruego Førlandsås
    Saludos desde Que bello es el futbol

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  4. yo soy más de segunda división pero buen articulo y te espero en:
    http://pasiongrana.blogspot.com/
    saludos

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